viernes, 15 de junio de 2007

No precisamente un Stradivarius

Si el viejo refrán advierte "crea fama y échate a dormir", tal sentencia igual puede aplicarse a los instrumentos musicales. Pero la fama puede inducir a errores cuando no se tiene la información completa. Así le sucedió a un señor en la ciudad de Guadalajara, Jal. (México), quien entró a una tienda de artículos musicales a preguntar por el precio de un violín, y cuando vio el modelo de que se trataba, pensó que estaba ante una obra maestra de la artesanía. No resistió la tentación, y le preguntó al vendedor si el violín que le mostraba era un Stradivarius auténtico. Por supuesto, un instrumento que se vende en una plaza comercial, a un precio de 4 000 pesos mexicanos (aproximadamente $400.00 U.S.) no puede ser, de ninguna manera, un Stradivarius genuino. Como muchos saben, Antonio Stradivari fue un artesano italiano del siglo XVII, famoso por la extraordinaria calidad de los instrumentos que creó, de los cuales sólo sobreviven actualmente unos 700 que se cotizan en precios millonarios. Entonces, ¿por qué hay tantos instrumentos que tienen una marca de modelo Stradivarius? La razón es que a lo largo de los siglos diversos artesanos europeos han seguido las enseñanzas de Stradivari en la manufactura de instrumentos de cuerda. Así, cuando uno se encuentra un violín con la marca "model Stradivarius", significa que se hizo siguiendo los cánones de una antigua escuela de manufactureros o luthiers, pero no que se trate de un genuino Strad. Este es el caso del violín que se vendía en aquella tienda de Guadalajara. Por cierto, un 4/4 manufacturado por la fábrica Strunal, con sede en la ciudad checa de Luby. Una industria manufacturera que, decía en el violín, opera desde 1640. Así es, yo tampoco resistí la tentación de echarle un ojo.

No hay comentarios: